Hemos visto un ojo de cabra en el laboratorio.
Cuando llegamos nos explicaron las partes de un ojo. Después nos dijeron que teníamos que sacar el cristalino, que es por donde se reflejan las cosas que vemos.
Primero, quitamos todo lo de su alrededor. Luego tuvimos que hacer un agujero en una parte del ojo para poder encontrar el cristalino.
Yo no pude sacarlo, porque era muy difícil de encontrar al ser transparente.
Lo que más me interesó de esa práctica de laboratorio fue ver cómo era un ojo de cabra, porque dudo que se parezca al nuestro y me gustó ver cómo era.
Celia