Había una vez, un muñeco llamado Pinocho, que era músico y tocaba el arpa. Un día, el 31 de diciembre, fue a dar un concierto para un montón de personas.
De repente, tocando todas las notas del arpa a la vez, le desapareció la nariz. Pidió perdón a todo el público, y dijo que se tenía que ir.
Durante mucho tiempo estuvo atravesando lagos, montañas, ríos y mares, hasta que un día ya muy cansado, llegó a una isla, pero llegó tan cansado que se durmió sin observar lo que había a su alrededor.
Después de un día, cuando despertó, vio un cofre que asomaba de la tierra, fue hacia él, y lo abrió. Al abrirlo, vio su nariz, y se puso súper contento.
Dijo:
– ¿Pero cómo me desapareció la nariz?
Y fue en busca de la persona que podía haberle robado su nariz.
Al cabo de un tiempo, viendo pasar a varias personas, Pinocho se fijó en una bruja que hablaba sobre su nariz. La bruja, que era de fuego tenía la maldición de que al mojarse, desaparecería para siempre, así que Pinocho le tiró agua.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Marta R. – 4ºEP