Me llamo Alma Padilla y fui una importante espía, ya que ayudé a los Ávaros a acabar con los polacos en el año 600 d.C.
Yo vivía en las afueras del pueblo, en la ciudad de Panonia, con mi madre y mi padre, ya que era alfarera(construía de maravilla y hacia sartenes pequeñas y vasijas) y mi padre un anterior fugitivo que se resguardó con mi madre para poder vivir con ella. Ya que en esa época si te retirabas del ejército tenías condena de muerte.
A mi me gustaba mucho ir por los escondrijos, investigar las conversaciones de otros y sobre todo escuchar. Además como no tenía hermanos, jugaba mucho con un cerdo que me solía encontrar en el prado, de al lado de mi casa.
Un buen día iba espiando e investigando me encontré a mis padres hablando a escondidas sobre sus trabajos. Escuché que los clientes ya no venían y que si continuábamos así iríamos por el camino de la pobreza; desde ese momento decidí tener un buen trabajo y poder pertenecer a la realeza es decir a los privilegiados, para poder conseguir dinero y que no acabáramos como habían dicho.
A los 12 años comencé con algunos trabajos sencillos: vender vasijas, entregar mercancías, etc. Principalmente vendía vasijas y como bien pensé anteriormente no me quería dedicar a ello, por lo tanto a los 16 años dejé los trabajos ofreciendo mis servicios como espía real.
Tuvimos que pasar 3 largos años, superando pruebas inimaginables, después de todos estos esfuerzos eligieron a un joven llamado Félix, para que ocupara el puesto, él encantado lo aceptó.
Tuve dificultades en encontrar trabajo, por lo tanto continué en el oficio familiar. Un año después de las pruebas, Félix murió en una misión de alto secreto, pero no nos dijeron qué le ocurrió. Me eligieron a mí por haber sido la segunda mejor candidata y me puede lo más emocionada. Nada más llegar a la posada informé a mis padres y se llevaron una grata sorpresa, ya que nosotros éramos de los no privilegiados.
Comencé mis misiones con 23 años e hice de todo tipo: en la selva robar los mapas de un país cercano, aventuras marinas, en el invierno por las montañas,…
Pasé 12 años de mi vida haciendo estas misiones, pero poco me duró ya que se había iniciado una guerra contra Polonia y solicitaron mi colaboración en ella, para poder robar unos mapas y enterarme de lo que iba a pasar, además de ayudar a curar a los heridos. Esta decisión marcó mi vida.
La guerra duró7 años y mientras sucedía mantuve un romance con un joven y me quedé embarazada. Tuvimos 2 hermosos hijos, pero el segundo murió por gripe. En el séptimo año de casados mi amado murió y tuve depresión y como consecuencia no le preste atención a mi último hijo.
Al cumplir los 45 años mi padre falleció. Y con la depresión ya sufrida y la reciente sólo aguanté 5 años más. Así que el 8 de septiembre morí en el lecho de la cama de mi hijo.
Tuve una vida dura, pero siempre me gustó ser lo que fui y no lo cambiaría por nada.
Alma P. 6º EP
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